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viernes, 25 de mayo de 2012

Conflicto

El conflicto, así como es inherente a las personas en sí mismas, lo es en mayor medida al interior de las organizaciones, dado que éstas se rigen por una serie de lógicas que exigen las relaciones múltiples, con diversos actores, con métodos distintos, intereses diversos y un objetivo común a lograr; en este contexto se hace proclive la existencia de variados conflictos que pueden involucrar a diverso número de personas y que  pueden afectar a la organización desde distintas perspectivas.
Así, las cosas es importante comprender el conflicto en la organización, pues si bien es cierto que los conflictos en sí presentan características comunes, éstas varían de acuerdo al entorno en el que se suscita. Para el caso de una organización, median factores tales como el tiempo, la efectividad, la utilidad y la productividad; aspectos que quizás no sean tenidos en cuenta en otro tipo de conflictos humanos.
Igualmente, es preciso saber que las condiciones del conflicto varían con la época, dado que la inserción de las computadoras en la vida cotidiana, modificó por completo las relaciones entre las personas, haciendo con ello que los lenguajes y la interacción entre los sujetos cambiara sustancialmente.
Es por esto, que el concepto de  mediación debe aparecer ligado con el de conflicto, puesto que ésta es una herramienta pertinente y eficaz que permite la fácil solución de los conflictos organizacionales, entendiéndolos no como una debilidad, sino como una oportunidad de cambio y mejor uso de los recursos.

Introducción

Es preciso tener en cuenta que las organizaciones son entes dinámicos  e interrelacionados con otros, como empresas, organizaciones sin ánimo de lucro, grupos de personas e individuos, y que se mueven en una lógica de sistemas complejos en donde al interior de un grupo existen otros más pequeños, que a su vez se dividen en otros y que, usualmente, producen diversos tipos de conocimiento.
Esa  lógica de múltiples relaciones en una organización, muestra comportamientos no lineales, en donde la causa y el efecto no son proporcionales. Una gran causa puede tener un efecto mínimo, mientras que una pequeña causa puede tener un enorme impacto.
El interés por penetrar en el conocimiento de la lógica dominante se encuentra en la vinculación de la misma al cambio. Si la lógica dominante fuera estable, siempre la misma, las organizaciones no avanzarían permanecerían estáticas y el cambio sería imposible. Sin embargo, sabemos que el cambio se produce en las organizaciones aunque de formas muy diferentes y con impulsos también dispares. Díez de Castro, Vásquez Sánchez, & Díez Martín, (2005)
Toda situación de cambio (que es inherente en las organizaciones) supone una transformación en los hábitos y en la manera de hacer las cosas, expone a los sujetos a enfrentarse, bien sea consigo mismos o con otros, y si el cambio no es bien manejado; dado que existen tanto ‘cambios planeados’, como  ‘cambios no planeados’, la aparición de esa contingencia puede suscitar conflictos al interior de la organización.